El otro día os comentaba acerca de las características de las maderas duras, las que era más empleadas en mobiliario de gama alta, artesanía de calidad y usos que por lo general requieren de acabados finos, resistentes o elegantes. Ahora bien, también hay otro tipo de árboles que nos proveen de maderas de uso más corriente, las que se conocen como “maderas blandas”; son aquellas que provienen de coníferas o árboles de rápido crecimiento y que podemos encontrárnoslas en multitud de muebles a día de hoy.
Madera de Álamo
Se trata de un tipo de madera poco adecuada para uso en exteriores, y que conviene aplicarle algún tipo de tratamiento insecticida, pues se trata de una variedad muy sensible a las plagas de carcoma. En España hay dos subespecies de esta variedad: por una parte está el álamo blanco, y por otra parte el álamo negro (también conocido como “chopo”).
Madera de Abedul
Un tipo de madera muy maleable y empleada en usos que no requieran mucha durabilidad, tales como suelas de zapatos, cestas, cajas, etc.
Madera de Aliso
Se trata de un tipo de madera muy empleada en ebanisteria y carpintería, así como en la fabricación de pequeñas piezas.
Madera de Alnus glutinosa
Otro tipo de madera muy empleada para fines de ebanistería y carpintería. Muy manejable.
Madera de Alnus incana
Una madera blanda y fragil, que es muy fácil de romperse; de ahí que se utilice para hacer cajas y similares. Cabe destacar cómo la corteza de esta variedad se emplea mucho en la herboristería y la medicina natural por sus propiedades.